El tratamiento con remojo de calor es un proceso de control de calidad donde los paneles de vidrio templado se colocan en un horno y se exponen a ciclos controlados, sometiendo el vidrio a temperaturas de hasta 290 grados Celsius para acelerar la expansión de sulfuro de níquel. En consecuencia, el vidrio que contiene inclusiones de sulfuro de níquel es más propenso a la rotura dentro de la cámara de remojo de calor, reduciendo así el riesgo de rotura después de la instalación. Es importante tener en cuenta que el proceso de remojo de calor no garantiza que los paneles de vidrio templado tratados de esta manera no experimentarán roturas espontáneas en el futuro. Este servicio actúa como una medida adicional para ayudar a prevenir posibles roturas espontáneas en la línea.
